LOS ORÍGENES LEGENDARIOS DE ROMA
 

A) TROYA Y LA LEYENDA DE ENEAS
Eneas era hijo de Afrodita (Venus) y el mortal Anquises. Eneas estaba casado con Creusa, hija de Príamo (rey de Troya), con la que además tenía un hijo llamado Ascanio. Su papel en la mitología griega es bastante modesto, pero para los romanos tiene gran relevancia. Tras la destrucción de Troya a manos de los griegos, Eneas viajó a
Italia, donde fundó el reino a partir del cual emergería Roma. Fue precisamente a Eneas al que el gran poeta
romano, Virgilio, le dedicó su famoso poema épico, la Eneida, inspirada en la obra de Homero.
Eneas consiguió escapar de la ciudad en llamas con la ayuda de su madre Afrodita y el dios Apolo que
intervinieron para retirar a Eneas del campo de batalla. Marchó con su anciano padre sobre sus hombros y con
Ascanio de su mano. Durante la huida desapareció Creusa sin dejar rastro, pero su sombra era el presagio de
un futuro mejor para Eneas en el Oeste.
Eneas se hizo cargo de los troyanos que habían sobrevivido, organizó la construcción de nuevas barcas para
iniciar la travesía hacia el Oeste, que les llevó, en medio de muchas adversidades, hasta Creta y otros lugares
desconocidos. Entonces se predijo con total claridad en un sueño que Eneas debería navegar hacia Hesperia,
«la tierra del atardecer».
Hera (Juno) tenía cierta animadversión hacia los troyanos y hacia Eneas en particular, por lo que provocó una
tormenta que los desvió hacia Cartago, en el norte de África, donde la joven y bella Dido reinaba y, a pesar de
que Eneas había jurado que nunca se casaría de nuevo,creció entre ellos un intenso amor que se convirtió en
una de las historias románticas más conocidas de la Antigüedad. Todo empezó durante una cacería en la que
una inoportuna tormenta les obligó a refugiarse juntos en una cueva.
Pero la historia de amor tendría un final trágico, ya que Hermes (Mercurio), el mensajero de los dioses, visitó
de nuevo a Eneas llevando un mensaje de Zeus (Júpiter) en el que le recordaba su tarea pendiente. Eneas
siguió la orden y partió, lo que tuvo como consecuencia el suicidio de Dido con la espada que su amante le
había regalado. Este triste episodio tuvo consecuencias muy importantes para sus descendientes, ya que fue el
principio de la enemistad entre Cartago y Roma, que llevaría en los siglos II y III a.C. a las tres guerras que
terminaron con la destrucción de la primera.
Una vez en la península italiana, llegando hasta Cumae, descendió al mundo de los muertos, donde el fantasma
de su padre le confirmó que estaba destinado a fundar un gran imperio y le aconsejó sobre ello. Eneas
continuó su viaje hacia el Norte; remontó el Tíber y llegó hasta la región de Latium, lo que hoy día es el Lacio y
que estaba gobernada por el rey Latinus. Su hija mayor, Lavinia, estaba prometida a Turno, rey de los
rutulianos, pero un oráculo predecía un mejor matrimonio para ella si se casaba con un foráneo. De este modo,
Latinus entregó a su hija a Eneas, tras lo cual Hera envió a Alecto, una de las Furias, diosas de la venganza, para incitar a la mujer de Latinus, Amata, y al rechazado Turno para que se pusiesen en contra de Eneas. Turno
buscó aliados entre los pueblos cercanos y lo mismo hizo Eneas, que incluso contó con el apoyo de los etruscos. Además, su madre, Afrodita, le pidió a su marido, Hefesto (Vulcano), que le forjase una nueva armadura.
Después de esto llegó una larga batalla en la que el hijo menor de Eneas, Ascanio, también participó. Mucha
gente murió, incluso Palas, hijo de Evander, uno de los principales aliados de Eneas. Finalmente, fue el duelo
entre Turno y Eneas el factor decisivo. Eneas le derrotó y se apiadó de él, pero cuando vio que Turno llevaba el
cinturón del difunto Palas como trofeo de guerra decidió acabar con su vida.
Una vez restaurada la paz, Eneas se casó con Lavinia, y los troyanos y los latinos vivieron en paz. Eneas fundó la
ciudad de Lavinia en honor a su esposa. Más adelante, Ascanio -que también era llamado Iulus, motivo por el
que tanto César como Augusto se pusieron el nombre de Julio- fundó la ciudad de Alba Longa, que se
convertiría en la capital de la comarca.

B) RÓMULO Y REMO
La historia comienza con Numitor, el rey de Alba Longa -una ciudad del Lacio, quien fue destronado por su hermano Amulio, quien habiendo hecho que su heredero muriera en una cacería, obligó a Rhea Silvia, la hija de Numitor, a convertirse en vestal (sacerdotisa de la diosa Vesta), lo que la obligaba a permanecer virgen, asegurándose así que su hermano no fuese a tener descendencia.
Pero un día, mientras Rhea Silvia dormía, el dios Marte quedó deslumbrado por ésta, naciendo así una relación
de la que nacerían los gemelos Rómulo y Remo. Cuando nacieron y para evitar que fueran asesinados los arrojaron dentro de una cesta al río Tíber que encalló en una zona pantanosa cercana a las colinas del Palatino y Capitalino. Allí fueron alimentados por la loba Luperca. Más tarde, el pastor Fáustulo los encontró y los crió junto a su mujer en secreto, cuando fueron adultos les reveló su verdadera identidad con lo que decidieron acabar con Amulio y reponer a su abuelo Numitor.
Una vez su abuelo repuesto, deciden fundar su propia ciudad donde fueron amamantados por la loba. Rómulo
quería fundar Roma en el monte Palatino y Remo fundar Remoria en el monte Aventino. Decidieron que esperarían una señal de los dioses en forma de vuelo de aves, Remo vio seis buitres sobrevolando el Aventino, pero por desgracia para él, Rómulo vio el doble. Remo no lo aceptó de buen grado y mientras su hermano marcaba las limitaciones de la nueva ciudad se dedicó a burlarse y desafiarlo. Rómulo juró que mataría a aquel que osara traspasar los límites de la ciudad, y Remo traspasó estos límites con desprecio, lo cual obligó a su hermano Rómulo a una pelea y acabó por matarlo allí mismo. El cuerpo del hermano fallecido fue enterrado en el lugar dónde quería fundar Remoria. De esta forma Rómulo se convirtió en el primer rey de Roma, poniendo como fecha de creación de la ciudad el 21 de abril del 753 a.c.
En resumen, ésta sería la genealogía de la estirpe romana:

Hace unos 3.000 años, el mayor imperio del mundo antiguo nace en las orillas del río Tíber.
En un primer momento, muy pocas personas se asentaban en las colinas de Roma porque era un lugar algo inhóspito y poco habitable.
Pero poco a poco el imperio romano fue creciendo hasta conquistar toda Italia, gran parte de Europa y el Mediterráneo. En el apogeo de su poder, los romanos llegaron a abarcar una extensión de territorio igual a una cuarta parte del mundo conocido hasta entonces.
Por donde fueron, llevaron el progreso a los pueblos, los incorporaron a su imperio y les enseñaron su lengua: el latín. Se produjo el proceso de la ROMANIZACIÓN.

Para una perfecta asimilación de este concepto se recomienda ver el siguiente documental de Discovery Max, Grandes Civilizaciones: Cómo los romanos cambiaron el mundo.

Antes del esplendor de la república, Roma fue gobernada por reyes. Este período monárquico abarca desde el 753 a.C. hasta el 510 a.C. , en el que reinaron los conocidos como los siete reyes de Roma:

​

1. Rómulo (latino) 753-716 a.C.

2. Numa Pompilio (sabino) 716-674 a.C.

3. Tulio Hostilio (latino) 674-642 a.C.

4. Anco Marcio (sabino) 642-617 a.C.

5. Tarquinio Prisco (etrusco) 617-579 a.C.

6. Servio Tulio (etrusco) 579-535 a.C.

7. Tarquinio el Soberbio (etrusco) 535-509 a.C.

Próximamente a vuestra disposición.